domingo, 16 de octubre de 2016

Convivencia escolar: prevención e intervención. Actuar sobre mi centro.

Convivencia escolar: prevención e intervención

Grupos interactivos.
Partiendo de la base de la realidad de mi centro ubicado en las tres mil viviendas, en Sevilla. Se me antoja que cualquier actuación para mejorar la convivencia es positiva. En un centro en el que el 95% del alumnado es de etnia gitana, las diferencias sociales entre ellos salen a relucir cada día: formas de vestir, mostrar anillos o cadenas de oro, trato despectivo a los que son socialmente “inferiores”… Esto hace que el trabajo, ya no solo grupal, sino en parejas sea realmente complicado. Por tanto, plantear una actividad con grupos interactivos sería de una gran dificultad, pero no imposible, siempre que contemos con un voluntariado adecuado. Pienso que para esta labor, los familiares no servirían, puesto que por un lado están poco (o nada) interesados en la educación de sus hijos/as y por otro, la presencia de familiares no haría sino hacer más profunda esta diferencia de clases. Por ello, yo plantearía hacer actividades teniendo en cuenta dos aspectos:
1)      El tema a tratar. Ha de ser algo en lo que estén realmente interesados, pues de no ser así no se consigue motivarles de manera suficiente. No es tanto el tema como la forma de abordarlo. Me explico: podemos trabajar un tema de matemáticas por ejemplo, tipos de números, usando la música que les gusta: flamenco, sevillanas, bulerías… Cada estilo de música es un conjunto (naturales, enteros, racionales, reales…) y se trataría de clasificar los números en sus conjuntos, igual que una canción en su estilo.
2)      El voluntariado. Me parece fundamental que sea de etnia gitana, pues la experiencia me dice que lo respetan más. En la actividad anterior, por ejemplo, podrían ser cantantes (no hace falta que sean famosos, claro) que interpreten las canciones a clasificar. Creo que esto supondría una tremenda motivación para ellos/as.
Por tanto, grupos interactivos en el que se trabaje conjuntamente y se respeten es posible, siempre que se trabajen previamente los puntos 1) y 2) que he descrito anteriormente. De no ser así, dudo, por la realidad del centro, que funcione.

Tertulias dialógicas
Me parece positivo todo lo que sea exponer tu punto de vista sobre un tema y ser escuchado y respetado. Creo que es uno de los pilares básicos de la convivencia, no solo en el instituto, sino en la vida diaria. Sin embargo, si quiero que esto funcione en mi centro, pienso que hay que escoger con mucho cuidado la temática y trabajarla previamente antes de presentarla en el aula. Por el tipo de alumnos/as, sin duda alguna lo que más le interesaría serían las tertulias artísticas, más concretamente musicales, claro que es tal su pasión por este arte que podría generar situaciones un tanto extremas, por lo que la figura del moderador cobraría una importancia suprema. La motivación por tanto no sería problema (siempre que presentemos este tema o similares), de hecho podría ser más una dificultad, puesto que expresarían su opinión que demasiada vehemencia, pudiendo generarse una tormenta de gritos, en lugar de un diálogo fluído. Aquí debe intervenir el moderador.  No obstante, a pesar de esta dificultad, pienso que esta metodología sería muy beneficiosa en el aula, y el propio alumnado pediría que se volviera a hacer otra tertulia. Incluso pueden ser ellos los que propongan los temas que más les interesen.

Comisión mixta. Creación de la norma
A la hora de crear normas de orden y funcionamiento en el centro, siempre hemos tenido problemas. Bien porque han sido impuestas desde el profesorado o bien porque, habiendo sido consensuadas con los alumnos/as en clase, luego no se ponen en práctica.

La alternativa de crear una comisión mixta de profesores, familia y alumnos y aprobarlas por consenso me parece muy atractiva y podría funcionar. Además creo que es una buena forma de abordar uno de los principales problemas que hay en el centro, que es la implicación de las familias en la educación de sus hijos. Los padres se sentirían más útiles, y no solo eso, luego incluso podrían extrapolar dichas normas a su hogar, que muchas veces es un desastre mayor que el instituto. Igualmente el alumnado vería que se le tiene en cuenta a la hora de la toma de decisiones importantes, siendo ese un importante motivo para tener que cumplir las normas que se han establecido por consenso en la comisión. 
Dichas normas deben ir encaminadas al respeto mutuo y la tolerancia, puesto que es la deficiencia más patente en este centro. Si se mejora en estos aspectos, todo lo demás seguirá en la misma línea. Por tanto, yo abogaría por crear solo tres o cuatro normas básicas de convivencia en esta línea, pero haciendo que se cumplan. Mejor pocas normas claras y que se lleven a cabo que no un listado muy bonito que luego es inviable.



No hay comentarios:

Publicar un comentario